El lunes, el último día de marzo, Jesús y los apóstoles comenzaron su viaje cuesta arriba hacia Jerusalén. Lázaro de Betania había viajado al Jordán dos veces para ver a Jesús, y se habían hecho todos los arreglos para que el Maestro y sus apóstoles tomaran como base de operaciones la casa de Lázaro y sus hermanas en Betania por todo el tiempo que desearan permanecer en Jerusalén.
Los discípulos de Juan permanecieron en Betania allende el Jordán enseñando y bautizando a las multitudes, de modo que Jesús iba acompañado tan sólo por los doce cuando llegó a la casa de Lázaro.
Allí Jesús y sus apóstoles permanecieron durante cinco días, descansando y reponiéndose antes de seguir viaje a Jerusalén para la Pascua. Fue un gran acontecimiento en la vida de Marta y María tener al Maestro y sus apóstoles en el hogar de su hermano y poder atender a sus necesidades.
El domingo por la mañana, 6 de abril, Jesús y los apóstoles bajaron a Jerusalén; y fue ésta la primera vez que el Maestro y los doce se encontraban allí todos juntos.