«Desde el primer momento de mi estancia entre vosotros os enseñé que mi único fin era revelar a mi Padre de los cielos a sus hijos en la Tierra. He vivido esta encarnación para que podáis acceder al conocimiento de ese Gran Dios. Os he revelado que Dios es vuestro Padre y vosotros sus hijos...»

lunes, 21 de enero de 2013

La tercera gira de predicación.

EN LA tarde del domingo 16 de enero del año 29 d. de J.C., Abner y los apóstoles de Juan llegaron a Betsaida para celebrar al día siguiente, una conferencia conjunta con Andrés y los apóstoles de Jesús. Abner y sus asociados tenían su cuartel general en Hebrón y acostumbraban venir a Betsaida periódicamente para asistir a estas reuniones.
      
Entre los muchos asuntos tratados en el curso de esta conferencia conjunta, se consideró la práctica de ungir a los enfermos con ciertos tipos de aceite mientras se pronunciaban oraciones para su curación. Nuevamente, Jesús se negó a participar en las discusiones o expresar su opinión sobre las conclusiones de ellos. Los apóstoles de Juan siempre habían usado el aceite para ungir en su ministerio de los enfermos y afligidos, y trataron de establecer esta práctica uniformemente para ambos grupos, pero los apóstoles de Jesús se negaron a acogerse a esta regla.

      
El martes 18 de enero en la casa de Zebedeo en Betsaida, se unieron a los veinte y cuatro, los evangelistas que habían pasado la prueba de la experiencia, unos setenta y cinco en total, en preparación para ser enviados a la tercera gira de predicación por Galilea. Esta tercera misión continuó durante un período de siete semanas.
      
Los evangelistas fueron enviados en grupos de cinco en cinco mientras que Jesús y los doce viajaron juntos la mayor parte del tiempo, saliendo los apóstoles en grupos de dos en dos para bautizar a los creyentes según requiriera la ocasión. Durante un período de casi tres semanas Abner y sus asociados también trabajaron con los grupos evangelistas, asesorándolos y bautizando a los creyentes. Visitaron Magdala, Tiberias, Nazaret, y todas las ciudades principales y aldeas de la región central y sur de Galilea, todos los sitios visitados previamente y muchos otros más. Fue éste el último mensaje a Galilea, a excepción de las regiones del norte.