Y la gente habló al unísono, diciendo: «El primero». Entonces dijo Jesús: «Aun así, ahora os digo que los publicanos y las rameras, aunque parezcan rechazar el llamado al arrepentimiento, verán el error en su estilo de vida e irán antes que vosotros al reino de Dios, que tanto pretendéis servir al Padre en el cielo y al mismo tiempo os negáis a hacer las obras del Padre. No fuisteis vosotros, fariseos y escribas, los creyentes de Juan sino más bien los publicanos y los pecadores; tampoco creéis vosotros en mis enseñanzas, pero la gente común escucha con deleite mis palabras».

Durante todo este tiempo, los doce apóstoles permanecieron cerca del Maestro, pero no participaron de ninguna manera en estas transacciones. Cada uno de los doce reaccionó en su forma peculiar a los acontecimientos de estos últimos días del ministerio de Jesús en la carne, y cada uno del mismo modo permaneció obediente a la admonición del Maestro de no enseñar ni predicar públicamente durante esta semana de Pascua.