«Desde el primer momento de mi estancia entre vosotros os enseñé que mi único fin era revelar a mi Padre de los cielos a sus hijos en la Tierra. He vivido esta encarnación para que podáis acceder al conocimiento de ese Gran Dios. Os he revelado que Dios es vuestro Padre y vosotros sus hijos...»

domingo, 26 de mayo de 2013

La estadía en Tiro y Sidón.

EL VIERNES 10 de junio por la tarde, Jesús y sus asociados llegaron a las cercanías de Sidón donde se detuvieron en la casa de una mujer pudiente que había sido paciente en el hospital de Betsaida en los tiempos en que Jesús estaba en la cumbre del favor popular. Los evangelistas y los apóstoles se alojaron con amigos de ella en el vecindario inmediato y descansaron el día del sábado en un ambiente sereno. Pasaron casi dos semanas y media en Sidón y en sus cercanías antes de prepararse para visitar las ciudades costeras del norte.
     
Este sábado de junio fue de gran tranquilidad. Los evangelistas y los apóstoles estaban completamente absortos en sus meditaciones sobre los discursos del Maestro acerca de la religión que habían escuchado camino a Sidón. Todos eran capaces de apreciar algo de lo que él les había dicho pero ninguno de ellos comprendía plenamente la importancia de su enseñanza.