«Desde el primer momento de mi estancia entre vosotros os enseñé que mi único fin era revelar a mi Padre de los cielos a sus hijos en la Tierra. He vivido esta encarnación para que podáis acceder al conocimiento de ese Gran Dios. Os he revelado que Dios es vuestro Padre y vosotros sus hijos...»

domingo, 4 de noviembre de 2012

La muerte de Juan el Bautista.

Juan el Bautista fue ajusticiado por orden de Herodes Antipas la noche del 10 de enero del año 28 d. de J.C. Al día siguiente, algunos discípulos de Juan que habían ido a Macaerus oyeron de su ejecución y yendo ante Herodes, pidieron que les fuera entregado su cuerpo, que colocaron en una tumba, dándole más tarde sepultura en Sebaste, de donde era Abner. Al día siguiente, 12 de enero, partieron hacia el norte al campamento de los apóstoles de Juan y Jesús cerca de Pella, e informaron a Jesús de la muerte de Juan. Tras escuchar esto Jesús, despidió a la multitud y llamando a los veinticuatro les dijo: «Juan ha muerto. Herodes lo ha hecho decapitar. Esta noche, reuníos en concilio y arreglad vuestros asuntos como corresponde. Ya no habrá más postergaciones. Ha llegado la hora de proclamar el reino abiertamente y con poder. Mañana marchamos a Galilea».
 
      
Por consiguiente, temprano en la mañana del 13 de enero del año 28 d. de J.C., Jesús y los apóstoles, acompañados por unos veinticinco discípulos, se dirigieron a Capernaum y se alojaron esa noche en la casa de Zebedeo.