EL DOMINGO 25 de septiembre del año 29 d. de J.C., los apóstoles y
los evangelistas se reunieron en Magadán. Esa tarde, después de una
larga conferencia con sus asociados, Jesús sorprendió a todos anunciando
que, temprano al día siguiente, él y los doce apóstoles partirían para
Jerusalén para asistir a la fiesta de los tabernáculos. Ordenó que los
evangelistas visitaran a los creyentes en Galilea, y que el cuerpo de
mujeres regresara por un tiempo a Betsaida.
Cuando llegó la hora de partir para
Jerusalén, Natanael y Tomás aún estaban en medio de sus diálogos con
Rodán de Alejandría, y solicitaron el permiso del Maestro para quedarse
en Magadán por unos días. Así pues, mientras Jesús y los diez partieron
rumbo a Jerusalén, Natanael y Tomás estaban ocupados en un intenso
debate con Rodán. La semana anterior, durante la cual Rodán había
expuesto su filosofía, Tomás y Natanael se habían turnado para presentar
el evangelio del reino al filósofo griego. Rodán descubrió que había
sido bien instruido en las enseñanzas de Jesús por uno de los anteriores
apóstoles de Juan el Bautista, que había sido su maestro en Alejandría.